Aparece la primera linea abstracta cortando en dos la Huerta de Martorell: en un lado quedará el espacio salvaje del río, en el otro un vacío domesticado, lo urbano en potencia.
Las flechas representan del deseo del proyectista de llegar a lo queda fuera del alcance del mapa: una erección ante el territorio virgen. Todos sus deseos se dirigen hacia la gran ciudad, vórtice centrípeto, ramera de Babilonia.
- Diagrama de flujos para el Plan Urbanístico General de 1991. Martorell se dibuja como una caja subsidiaria con una retícula de habitáculos intercambiables como si fuese un almacén o un prostíbulo.
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