A principios de los años 70 se preveía la llegada a Martorell de la mayor concentración humana inmigrada a Cataluña: 300.000 pobladores2.
Los inmigrantes nunca aparecieron pero se proyectó una ciudad para recibirlos llamada “el Martorell del Futuro”. El único elemento de la ciudad representado al detalle era el reloj del ayuntamiento que marcaba las frecuencias de sus nuevos habitantes en un espacio de trazados lineales y vegetaciones imposibles.