Nacer como pasto de la araña dueña de la tela, la única perspectiva del recién llegado hasta su muerte. Y para muchos esta situación va tan ligada a su nacimiento, que la viven como única posible. Es su destino que llegan a vivir incluso contentos con su suerte.
Actitudes serviles que se adquieren desde la cuna impregnadas del sentimiento religioso de creaturalidad. Dios es mi padre y señor: mi gozo y el sentido de mi vida está en obedecerle y serle fiel en todo.
Nacer como pasto de la araña dueña de la tela, la única perspectiva del recién llegado hasta su muerte. Y para muchos esta situación va tan ligada a su nacimiento, que la viven como única posible. Es su destino que llegan a vivir incluso contentos con su suerte.
Actitudes serviles que se adquieren desde la cuna impregnadas del sentimiento religioso de creaturalidad. Dios es mi padre y señor: mi gozo y el sentido de mi vida está en obedecerle y serle fiel en todo.