Hace algún tiempo me encuentro convencido, á la vista de un material clínico numeroso, de la certeza de esta proposición: que, en general, las revoluciones pueden considerarse como reactivos a virtud de los cuales se precipita y aglomera ese polvillo tenue é impalpable de degenerados, fronterizos con la locura, inestables, paranoicos larvados, disimuladores del infortunio mental, etc., etc., que, en tiempos normales de paz y sosiego sociales, queda como disuelto en las diversas capas en que puede considerarse dividida una nación. Especialmente, los sucesos de julio en Barcelona (hasta donde yo he podido indagar) me aparecen como un caso particular de esa ley de patología mental. Cualquiera que sea nuestro concepto, y aun nuestra simpatía ó antipatía hacia una revolución, siempre habrá un modo médico, por decirlo así, de contemplarla.
CATEGORÍAS: -indice Hospital, psicología revolución
ETIQUETAS: EPIDEMIA, HOSPITAL SANT BOI, psicologia, psicología_revolución, transgresiones